Artículo de opinión firmado por Francisco Trigueros.
De todos los sectores que hoy componen la industria del lujo, la joyería es sin duda el más antiguo de todos, pues ni los relojes, ni mucho menos los coches o los yates, existían hace miles de años.
Emperadores, reyes, jefes de tribus indias y demás gobernantes de toda la historia han hecho alarde desmesurado del lujo como muestra de su poderío ante súbditos y extraños y lo que usaban principalmente eran joyas y palacios engalanados de más joyas, arte y oro, mucho oro por todas partes.
Las joyas, por su parte, han ido evolucionando y diversificándose con los años en función de cómo ha ido evolucionando nuestra sociedad así como las necesidades y los gustos de las personas.
Desde los años 80 hemos asistido a una democratización de la joyería dando lugar tanto a la joyería comercial que pretende ofrecer un lujo accesible en contraposición del concepto clásico del lujo, como a la joyería contemporánea que se caracteriza más por su faceta como expresión artística sin esperar en la mayoría de las ocasiones alcanzar los más elevados niveles de calidad ni la atemporalidad inherente del lujo verdadero.
Además de muchos otros valores, para que un producto pueda ser considerado como lujo debe cumplir tres requisitos fundamentales: debe ser excelente, tanto en la calidad de los materiales, como en la ejecución que debe incluir una gran cantidad de trabajo artesano y tiempo encapsulado. Debe ser exclusivo, porque si está al alcance de todos es una commodity y entra a formar parte de la oferta y de la demanda del mercado siendo los consumidores quienes deciden sobre su compra o no en función de su relación precio/calidad/prestaciones, perdiendo su condición de lujo. Y debe ser eterno y atemporal, porque si deja de ser lujo a los 2 años entonces es moda, no lujo.
En el lujo, son las marcas quienes deciden quién, cómo y cuándo pueden los consumidores disfrutar de sus productos y servicios, nunca al revés.
Es por esto que la joyería de autor tiene la responsabilidad de jugar el papel que le corresponde en la industria del lujo.
Hoy en día, se están produciendo dos fenómenos de forma independiente y paralela que favorecen el crecimiento de la joyería de autor siempre y cuando sus integrantes sean conocedores de estos cambios y sepan aprovecharlos.
Por un lado, más del 75% de los multimillonarios (UHNWI por sus siglas en inglés Ultra High Net Worth Individuals) que hay en el mundo son personas que se han hecho a sí mismas, no personas que han heredado la fortuna de sus familias. Y además estamos hablando de que son emprendedores que en la mayoría de los casos no venían de familias acomodadas o incluso carecían de recursos y supieron salir adelante. Una característica que une a este grupo de personas es que huyen de las grandes marcas comerciales y de la alta joyería pues son, en su mayoría, gente sencilla que huyen de la ostentación: Amancio Ortega, Bill Gates, Warren Buffet, Richard Brandson, Oprah Winfrey, Elon Musk, Jack Ma e incluso el difunto Steve Jobs.
Por otro lado, el siglo XXI y el surgimiento de las nuevas tecnologías en esta Era Digital que nace a raíz de Internet, han dado lugar al surgimiento de una nueva clase de multimillonarios que han amasado grandes fortunas en menos de 10 años y que no sólo cumplen los mismos criterios que el grupo anterior de emprendedores que se han hecho a sí mismos, sino que además están cambiando las reglas organizacionales y culturales en sus corporaciones y no sólo no van luciendo lujo, sino que además no usan siquiera traje y corbata para ir a trabajar. Aquí tenemos a Mark Zuckerberg (Facebook), Jeff Weinner (LinkedIn), Marc Benioff (Salesforce), Jack Dorsey (Twitter), Tony Robins (el mayor motivador del mundo) y Mark Cuban (Mavericks de Dallas de la NBA). En el caso de las mujeres, las más ricas del mundo son un ejemplo de sobriedad y discreción: Laurene Powell Jobs (Viuda de Steve Jobs), Liliane Bettencourt (L’Oreal), Oprah Winfrey, Maria Franca Fissolo (Nutella y Grupo Ferrero). No verás nunca a ninguno de ellos con poderosos anillos, collares, pendientes o siquiera conduciendo un Ferrari o un Lamborghini para asistir a un evento.
Por lo tanto, para toda esta nueva generación de multimillonarios y de millennials, ni la alta joyería, ni la joyería comercial, ni muchísimo menos la joyería contemporánea puede conectar con su estilo de vida y con su personalidad como lo puede hacer la joyería de autor, porque la joyería de autor puede adaptarse a su personalidad y realzarla, mimetizarse con la persona de manera que le permita mantener los tres criterios del lujo sin necesidad de hacer ostentación del mismo: les permite disfrutar de piezas de excelente acabado que combinen en todo momento tanto para cuando vayan elegantes, como para cuando estén trabajando, les permite mantener la exclusividad de que nadie de su entorno va a tener una pieza igual o similar por lo que destaca su propia singularidad y su personalidad, y como está adaptada a su persona y a sus valores, no caduca en el tiempo, no pasa de moda.
Ese es un papel que los artesanos de la joyería de autor tienen la oportunidad de dominar siempre y cuando aprendan a hablar el lenguaje del lujo actual y que sepan conectar sus obras con aquellos que sabrán reconocer mejor el valor de las mismas y establecer un vínculo emocional que es inquebrantable.
El lujo por cantidades ha pasado a un segundo lugar para la nueva generación de millonarios y ahora lo que demandan es el lujo a medida de la persona y que se integre de forma natural con su estilo de vida.
Para poder acceder a esta nueva generación de millonarios no se puede llegar mediante el marketing, y a no ser que tu trabajo haya alcanzado un nivel de prestigio internacional que llegue hasta esos círculos o conozcas a alguien que te pueda introducir en dicho círculo, te será bastante difícil acceder a ellos.
Por lo tanto, es de vital importancia reforzar la imagen global de la marca Joyas de Autor de España entre todos con el fin de que repercuta directamente en cada uno de sus integrantes, y entonces, y sólo entonces, las Joyas de Autor de España podrán ocupar el lugar en el mundo que les corresponde por su excelencia.
No es cuestión de ponerse ahora a buscar millonarios para venderle nuestras joyas, sino de centrar nuestros esfuerzos para alcanzar tal nivel de excelencia, que sean ellos quienes se acerquen a comprarlas, y os aseguro que compran y mucho, a alguien, todos los días.
Es una cuestión de mentalidad, de creérnoslo, y de unir fuerzas con un mismo objetivo, porque si se dispersan los objetivos, se dispersan los resultados.
Si algo nos caracteriza a los españoles es nuestra pasión, y la pasión es la única energía capaz de mover el mundo. ¡Pongamos nuestra pasión a trabajar!
Muy esclarecedor. Muchas gracias a Francisco Trigueros por sus reflexiones. Aunemos esfuerzos.
Muchísimas gracias Rafael!
Esa es la razón por la que estáis en esta magnífica asociación.
Ahora vamos a daros las herramientas para aunar fuerzas y lograr resultados en conjunto!
Un abrazo!
Me ha dejado perpleja este articulo de Francisco Trigueros ! Su análisis es coherente ,verdadera ,esclarecedora y actual. Nos presenta buenas perspectivas.
Esto puede darnos ánimos
Me alegro muchísimo Liane. Tenéis unas perspectivas maravillosas, pero porque lo más importante para ese futuro ya lo tenéis vosotros, vuestra pasión creadora, y ahora es cuestión de unificarla entre todos para que en suma sea tan imparable, magnética y brillante que no pase desapercibida ni deje impasible a nadie!
Un fuerte abrazo! ♥
Ya lo he «compartido» en mi Facebook… Así le tendré en mente para siempre…
Me parece muy interesante el artículo, aunque creo que no tenemos que mirar demasiado hacia los millonarios y ultramillonarios, sino más hacia la clase social de mayor nivel cultural.
Siempre he pensado que el futuro de la joyería está en la joya de autor, que deriva la joya hacia el arte, algo más refinado que la visión anterior de manifestación de poderío económico.
Me parece muy acertada la idea de que tenemos que promocionar la idea de la joya de autor y que es la propia AJA quien debería tener esta idea entre sus principales objetivos.
Muchísimas gracias por tu comentario y por tu visión Jaime.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Jaime, y además has hecho hincapié en una palabra fundamental «cultural», es decir, que tiene la cultura necesaria para apreciar la exquisita calidad de vuestro trabajo, son capaces de vibrar en vuestra sintonía y entender vuestro mensaje.
Un abrazo!
Perdonarme el retraso en responder, pero con el lanzamiento de los ebooks en español e inglés se me acumuló demasiado trabajo.
Muchísimas gracias a todos por vuestras respuestas y por haber compartido el artículo en Facebook. Ya he visto que ha gustado mucho. Os prometo volver a escribir esta semana otro artículo pasado el Webinar.
Un cordial abrazo a tod@s! ♥♥♥