¿Has oído hablar en alguna ocasión de la Colección Gráfica Stern? Se trata de una colección privada de diseños y dibujos para orfebrería y joyería que cuenta con más de 40.000 bocetos y grabados en cobre desde el año 1700 en adelante.
Acerca de la Colección Gráfica Stern
Esta colección es el resultado de más de dos décadas de coleccionismo del Sr. Frank-Stefan Stern, acudiendo a subastas tanto nacionales como internacionales. El objetivo de la colección es preservar y difundir este tipo de ilustración.
Son numerosos los museos (Victoria & Albert -Londres-, Albertina -Viena-, Schmuckmuseum -Pforzheim-, Smithsonian Institution con Cooper Hewitt -Nueva York-) que exponen obras de esta colección y esto no es ninguna casualidad. A día de hoy no existe en todo el mundo ninguna otra colección especializada exclusivamente en este tipo de arte y con este alcance. ¿Qué obras tienen mayor presencia? Los dibujos a mano y los bocetos de los orfebres del periodo comprendido entre 1850 y 2000, aproximadamente, y en los grabados/impresiones anteriores a 1850.
Estructura de la Colección Gráfica Stern
El criterio de ordenación de la colección es el alfabético.
En cuanto al criterio cronológico, se ha desistido de su aplicación porque son muchos los orfebres que desarrollaron su actividad durante un largo periodo de tiempo y, en consecuencia, abordaron estilos muy diferentes (Art Nouveau/Art Déco, etc.). En relación al criterio temático (anillos, collares, broches, etc.), la colección es demasiado grande.
Una de las principales dificultades radica en la clasificación. Muchos bocetos no estaban firmados, ya que eran dibujos de trabajo realizados por el artista, a diferencia de un óleo. Este arte quedó, por regla general, en manos del orfebre.
Además, es necesario distinguir dos categorías de orfebres/diseñadores:
- Por una parte, cuando el orfebre/diseñador realizaba un diseño por encargo propio y lo ejecutaba para un cliente. Por lo general, estos dibujos permanecían en el taller y seguían siendo propiedad del dibujante.
- Por otra parte, cuando el orfebre/diseñador vendía sus diseños a otras empresas para su fabricación. Por ejemplo, supongamos que un diseñador tenía el encargo de diseñar un anillo para tres piedras y dibujaba diez propuestas diferentes. Si el cliente adquiría uno de estos diseños, los nueve restantes seguían perteneciendo a su creador y no estaban firmados. También existían estudios de diseño más grandes, con varios artistas. Esas ilustraciones pertenecían a la empresa (por ejemplo, Raymond Pievert) y los bocetos firmados por los diferentes dibujantes eran una rareza.
Y ahora vamos con la colección, ¿verdad?
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